Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, las familias y los hogares pronto se reunirán para dar y recibir regalos. Muchos también enviarán donativos a comunidades en crisis y organizarán actos benéficos y campañas de recogida de alimentos para ayudar a los demás.La razón de nuestra generosidad navideña es obvia para nosotros como adultos. Tenemos un sentido de responsabilidad moral de ser amables y obtenemos una sensación satisfactoria de haber hecho una buena obra.
Para los niños, a veces puede estar menos claro por qué, cuándo y cómo deben mostrar amabilidad a los demás.
Los psicólogos infantiles de Madrid llevan décadas investigando e intentando comprender exactamente qué debemos hacer y decir los padres con nuestros hijos para ayudarles a comprender realmente el valor y la importancia de la amabilidad. Basándome en mis investigaciones y en las de otros investigadores en psicología del desarrollo, he aquí tres cosas que, según la ciencia, pueden hacer los padres para fomentar la generosidad en estas fiestas.
Modelar la amabilidad
Los niños aprenden mejor viendo e imitando. Observar a los adultos y las consecuencias de sus actos enseña a los niños qué comportamientos son buenos o malos, amables o mezquinos.
Como investigadora en paternidad y psicología infantil, he trabajado con colegas para comprender cómo pueden los padres modelar la amabilidad y la generosidad para enseñar con éxito a sus hijos estos mismos valores. Nuestras investigaciones sugieren que los padres que practican interacciones amables y cálidas con sus hijos tienden a tener hijos amables y generosos.
Por ejemplo, hablar con tu hijo sobre las experiencias emocionales que habéis tenido cada uno durante el día puede ayudarle a aprender a ayudar a los demás a sentirse mejor cuando están angustiados.
Naturalmente, modelar la amabilidad también es más eficaz cuando tienes la amabilidad y la generosidad como valores profundamente apreciados. En nuestra investigación, hemos descubierto que los niños donan más dinero a una organización benéfica cuando las madres sostienen profundamente estos valores.
A medida que nos acercamos a las vacaciones, sigue mostrando empatía y amabilidad a tus hijos, enseñándoles que ser amable puede demostrar a alguien en crisis que te importa.
Con las continuas guerras y catástrofes en todo el mundo, los niños pueden angustiarse al oír hablar de otros niños en crisis. En estos casos, ayuda a tus hijos a sentirse mejor hablando de sus sentimientos y consolándoles, y dales sugerencias sobre lo que podéis hacer en familia para ayudar a los necesitados. Considera también la posibilidad de llevar a tus hijos contigo como voluntarios a un refugio local u organizar una colecta de alimentos con toda la familia para dar ejemplo de caridad y generosidad.
Evita recompensar la generosidad
Es natural querer recompensar a los niños cuando son generosos con los demás. Probablemente te sientas orgulloso de tus hijos cuando comparten o donan, y quieras demostrarles que estás contento con su comportamiento.
Sin embargo, los psicólogos del desarrollo han demostrado que algunas recompensas pueden frustrar el futuro deseo de los niños de ser amables. Sencillamente, los niños no se ofrecen tanto a ayudar a los demás cuando se les dan recompensas materiales -como regalos, golosinas o dinero-, en comparación con cuando se les elogia o no reciben ninguna recompensa.
En lugar de recompensar a tu hijo por donar parte de su paga, considera la posibilidad de recompensarle con tus palabras elogiándole. Incluso una sonrisa puede llegar muy lejos, y puede que el año que viene hagan un donativo mayor.
Elogia quiénes son, no lo que hacen
Más del 60% de los padres dicen elogiar a sus hijos por ser amables con los demás. Pero algunos tipos de elogios son mejores que otros para fomentar la amabilidad. Elogiar a un niño por ser una persona amable es más eficaz que elogiar su comportamiento amable. Se ha demostrado que los niños a los que se elogia por ser una persona amable o servicial dedican más tiempo a ayudar a los demás que los niños a los que se elogia por esforzarse en ayudar a los demás.
Este tipo de “elogio de la persona” puede ser eficaz para guiar a tu hijo a autoidentificarse como una persona que siempre ayuda a los demás. Para fomentar la generosidad de tus hijos estas fiestas, elogia sus acciones caritativas diciéndoles que son una persona amable o que son el tipo de niño que realmente comprende cómo se sienten los demás.
